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Materializar el patriotismo de
En más de una ocasión hice hincapié en el patriotismo de
Si ponemos énfasis en él, no es simplemente para exclamarlo como una consigna o
sostenerlo como una bandera, sino para que los funcionarios, militantes del Partido y trabajadores aprendan del
noble ejemplo de amor a la patria que nos dio el gran camarada
En cualquier momento y lugar, su alma atesoraba a la patria y al pueblo que amaba.
Cuando veía un bosque exuberante o un extenso terreno bien acondicionado, los llamaba
con afecto y en voz queda "bosque verde" y "campo verde", imaginándose a la futura patria poderosa y
próspera y el mañana feliz de nuestro pueblo. En sus viajes al extranjero extrañaba a la
patria y al pueblo que había dejado atrás, llamándolos con gran emoción "mi
país y mi nación". Cada vez que en sus viajes de orientación contemplaba con profundo dolor
los montes despoblados de árboles, recordaba que desde los tiempos inmemoriales a nuestro país se le
conoce como territorio de tres mil ríes bordado con hilo de oro y decía que era de nuestra
incumbencia acicalar los montes y ríos de la patria para que sean dignos de la era del Partido del Trabajo
y entregarlos en herencia a la posteridad. Sumamente contento por la plantación de muchos árboles en
los montes cercanos a un puesto militar, apreciaba altamente el espíritu de los soldados y honraba su
unidad calificándola como tropa de patriotas. "Aldea de albaricoqueros" y "compañía de
caquis" son denominaciones que él, con una sonrisa amplia, dio afectuosamente y con el gusto nacional a un
poblado y un cuartel que visitó, lugares acogedores y llenos de dichos frutales.
El General
La defensa de la patria socialista ha sido el más arduo enfrentamiento con la alianza
imperialista y la más cruenta lucha que no tiene su parangón en la historia de la humanidad. Si el
General recorrió un trayecto que requería de una gran resolución, un camino largo y tortuoso
de Songun (prioridad de los asuntos militares –N.T.), fue para superar la crítica situación
que enfrentaba la patria y defenderla.
La arduidad de esa marcha, encaminada a salvaguardar a la patria socialista y caracterizada por
el patriotismo y sacrificio, tiene su máxima expresión en el único abrigo que el General
llevaba puesto desde el período de la "Marcha Penosa" hasta que falleció. A ese abrigo se
refirió de paso en un año, mientras rememoraba con emoción los momentos en que se
sobreponía a las severas pruebas. Aquel día contó vehementemente que lo tenía puesto
desde el inicio de la "Marcha Penosa" que le siguió a la pérdida del gran Líder
Como quedó comprobado en la parada militar efectuada recientemente en ocasión del
centenario del nacimiento del gran Líder, nuestra patria, cuyo poder estatal se le fue arrebatado
despiadadamente hacía un siglo debido a su endeblez militar, ostenta hoy ante el mundo su impetuoso aspecto
de potencia militar, sustentada de un ejército insuperable, gracias a la acertada dirección del
General. Una mirada retrospectiva del largo camino de Songun que él recorriera echándose al hombro
el destino de la patria y la nación, nos lleva a una profunda reflexión sobre cuán valioso y
sublime fue el patriotismo de aquel defensor de nuestro país y nuestra patria.
El azaroso recorrido que él hizo a lo largo de toda su existencia consagrada a la patria
ha contribuido a rejuvenecerla y ha echado los cimientos para la construcción de un Estado poderoso y
próspero.
En aquellos rigurosos días en que encauzaba la salvaguardia del socialismo, el General
trazó el grandioso proyecto de levantar el referido Estado y condujo atinadamente su realización. En
virtud de su enérgica guía, los terrenos cultivables de todo el país se han acondicionado
como tierras dignas de nuestro sistema socialista, se han construido en distintas regiones los canales de riego
por gravedad y las aldeas rurales se han convertido en paraísos socialistas. También se han
levantado muchas modernas fábricas de las industrias pesada y ligera, otras tantas se han remodelado
conforme a la demanda de la nueva centuria y por doquier se han erigido las creaciones monumentales que aportan al
fortalecimiento y la prosperidad de la patria y el bienestar de todas las generaciones venideras.
La aplicación de la tecnología de CNC (control numérico computarizado
–N.T.) que ha generado una revolución industrial a nuestro estilo en el nuevo siglo demuestra
fehacientemente lo grande que fue el patriotismo del General. Todavía recuerdo nítidamente aquel
enero de 2010 cuando él evocaba con intensidad aquellos días en que explicaba apasionadamente sobre
dicha tecnología a los cuadros que no tenían una noción correcta sobre ella y se dio comienzo
a su aplicación. En esta tarea hizo invertir los valiosos fondos, en aras de la prosperidad de la futura
patria, si bien su mayor preocupación era la escasez de alimentos que sufría la población en
aquellos tiempos difíciles. Vaciar para tal finalidad el erario del Estado, aunque esto suponía un
dolor terrible para él, fue una gran decisión y la opción más inteligente que
él tomó, dispuesto a forjar el potencial de la patria y dignificarla ante el mundo, antes de
importar las máquinas vistosas. De hecho, el mayor patriotismo consiste en forjar la fuerza de la patria en
pro de su prosperidad, fortalecimiento y desarrollo. Hay que ser fuerte para poder defender a la patria y asegurar
el bienestar de las futuras generaciones. Las lágrimas que le humedecían los ojos al General cada
vez que escuchaba la canción Superen a los demás en el desarrollo de la tecnología de punta,
pieza que le recordaba el escabroso camino que había recorrido y los pesares que había padecido en
su empeño por aplicar la tecnología de CNC, proceden sin lugar a dudas de su fervoroso patriotismo.
Los cambios seculares registrados en la Corea de Songun que será poderosa y
próspera y su palpitante realidad son valiosos frutos del sublime patriotismo del gran General.
Su amor a la Patria socialista y el pueblo, más ardiente que el fuego, y su altruismo
por la prosperidad y el fortalecimiento del país y por la felicidad del pueblo se nutren de la absoluta
confianza en este, en la justeza del régimen socialista y en la victoria de la causa socialista. Sin
confianza, no puede haber amor ni dedicación. El credo inconmovible engendra el amor verdadero y apasionado
y la total entrega.
El General siempre depositó absoluta confianza en el pueblo, diciendo que no hay otro
mejor en el mundo, y tuvo una fe ciega en el porvenir de la patria triunfante, convencido de que quien ríe
último ríe mejor. Por haber tenido tal confianza y fe, tan grandes como la seguridad de sí
mismo, profesó el más fervoroso amor a la patria y al pueblo y nunca dejó de consagrarse para
ellos.
El fervoroso amor y devoción del General a los mismos partían, además, de
su más sublime sentido del deber, una conciencia profundamente arraigada de que tenía a su cargo el
destino de la Patria y el pueblo que le había dejado el gran Líder. Inspirado en ese deber,
emprendió resueltamente el largo viaje de la orientación de Songun y consagró todo lo suyo a
la prosperidad y el desarrollo de la patria y a la felicidad del pueblo, con el más apasionado amor a
ellos.
El patriotismo que el gran General poseía y que puso en práctica es considerado
como el más sublime, que debe asociarse necesariamente con su respetado nombre,
El suyo constituye la quintaesencia del patriotismo socialista.
Significa el amor más fervoroso a nuestra Patria socialista y pueblo, la más
activa y abnegada dedicación en aras de la prosperidad de aquella y la felicidad de este. Es la más
auténtica manifestación patriótica, consistente en abrigar todos los árboles e hierba
de la patria y revitalizarlos con su sangre caliente.
El patriotismo de
Ya en su niñez compuso la obra maestra Regazo de la Patria, en la cual cantó que
el regazo de la patria, radiante como la luz del sol, es precisamente el amparo del Líder padre,
dilucidando así que para nuestro pueblo la Patria significa el Líder y el regazo de aquella, el de
este. La patria no simboliza simplemente la tierra que ve nacer a uno y donde este crece sino el lugar que le
asegura una vida digna al pueblo y la felicidad de todas las generaciones futuras, siendo el líder su
garante. La vida digna del pueblo y la felicidad de las generaciones venideras se aseguran y concretan
únicamente por un líder que ame de veras a su patria y pueblo y les dedique todo lo suyo. Al margen
del líder resulta inconcebible el destino de la patria y del pueblo, pues es él quien vela por aquel
destino y le da garantía. Esa es la razón por la cual devoción a la patria significa lealtad
al líder y esta, de por sí, constituye una manifestación, para ser exacto, la suprema
expresión del patriotismo.
El patriotismo de
Toda la vida del General estuvo regida por la referida divisa. Su credo patriótico se
resumía en que si en el mundo existe un ser todopoderoso ese es el pueblo y no el Dios y que el pueblo le
da razón de ser al país y a la patria. La palabra pueblo ocupaba todo el pensamiento del patriota.
Su noble propósito y voluntad era bajar las estrellas del cielo y cultivar plantas de flores sobre una
roca, si así deseaba el pueblo. No puedo contener las lágrimas cuando oigo la Canción de amor
al pueblo, pieza que describe que todos los méritos protagonizados por el General, tan grandes como el mar
y el cielo, han sido únicamente para el bien del pueblo y que me trae a la mente la afectuosa imagen del
General quien dedicó todo su ser en aras del pueblo.
El patriotismo de
Tal concepto se sintetiza en su consigna ¡Vivir no para hoy, sino para mañana!
Siempre pensó y sugirió encarecidamente que cualquier obra debe realizarse con mayor primor y
perfección para que las generaciones venideras se beneficien de ella, aunque la presente no pueda gozar de
sus favores.
El patriotismo de
Deviene un alimento ideo-espiritual de gran valor, imprescindible para todos aquellos que aman
a la patria y el pueblo y una potente fuerza motriz que infunde coraje y vitalidad a todos los que luchan por
ellos. Será un faro luminoso que forme a los coreanos de todas las generaciones como auténticos
patriotas y una brújula en su lucha y vida.
Todos nuestros funcionarios, miembros del partido y trabajadores deben aprender activamente el
noble patriotismo del General, quien amó con toda fuerza a la patria y al pueblo y trabajó
incansablemente para ellos, así como plasmarlo en sus actividades, ni más ni menos.
Es preciso intensificar la educación dirigida a inculcar en la población el
patriotismo de
Esa labor contribuirá a que todos los miembros del Partido, trabajadores, militares del
Ejército Popular, jóvenes y niños escolares comprendan bien el verdadero sentido del
patriotismo de
Para ello se necesita, más que gritar consignas, realizar una educación amplia y
profunda, basada en los principios, de manera que todos los militantes del Partido y trabajadores conozcan
correctamente de qué se trata el concepto que el General tenía de la patria, del pueblo y de la
posteridad, sirvan como él con lealtad a la Patria y el pueblo y se preparen como auténticos
patriotas que, desafiando todas las dificultades de hoy, no escatiman esfuerzos en aras del futuro en que se
hará realidad el sueño del pueblo, al igual que los mártires de la Lucha Revolucionaria
Antijaponesa.
Es necesario realizar sustancialmente la educación en el patriotismo de
El principal defecto del que adolece actualmente la educación en el patriotismo es su
desvinculación de las actividades prácticas. Tal educación no tiene ningún sentido.
El patriotismo se expresa a través de la devoción y consagración en pro de
la patria y el pueblo. El General precisó que no es patriota quien solamente se preocupa por el
país, que de nada sirve el patriotismo de boca para fuera y que el verdadero patriota tiene que actuar con
el más sincero sentimiento hacia su país. El sentimiento patriótico se pone de manifiesto en
las actividades prácticas a favor de la patria y el pueblo. Responder a la llamada de estos no con las
palabras sino con la acción, arrostrando el peligro, esta es la actitud del patriota. El verdadero patriota
es aquel que, sin vacilar ante ninguna prueba y dificultad, sigue invariablemente por el camino del patriotismo, y
que cumple cabalmente, a tiempo y con sinceridad las tareas revolucionarias asignadas a él por la Patria y
el pueblo.
Se debe educar en el patriotismo de
El patriotismo no es un concepto abstracto. Comienza con la familia de uno. Brota del afecto a
sus padres, cónyuge e hijos, a su tierra natal y centro de trabajo, convirtiéndose finalmente en el
amor a la patria y el pueblo. Quien no siente tal afecto, no puede amar a su país y nación ni ser un
auténtico patriota. Debemos educar a todos los militantes del Partido y trabajadores para que se preparen
como verdaderos patriotas que aman a los suyos, se esfuerzan por acondicionar su tierra natal y lugar de trabajo
para la envidia de todos, trabajan con honradez y dedican todo lo suyo para dignificar a nuestro país,
nuestra patria.
Es preciso realizar una labor eficiente dirigida a llevar a la práctica el patriotismo
de
Esto significa realizar a carta cabal el proyecto y deseo del General en pro de la prosperidad
y desarrollo del país y la felicidad de las generaciones venideras y ejecutar todas estas tareas a la
manera del General. Nos incumbe continuar fielmente y perfeccionar las labores proyectadas e impulsadas por
él, para hacer realidad su ideal y anhelo.
La defensa de la Patria es la máxima expresión del patriotismo. Sin la Patria no
puede existir el partido, el gobierno, el régimen socialista ni la feliz vida del pueblo. Una vida dedicada
a la defensa de la Patria es la más valiosa y patriótica. Los oficiales y soldados del
Ejército Popular defenderán fidedignamente al país empuñando fuertemente el
fúsil de la revolución, mientras el pueblo en la retaguardia sostendrá a nuestra patria de
Songun con su desinteresada ayuda al ejército. Toda la población dará importancia a los
asuntos militares y aprenderá conscientemente la ciencia militar para poder enfrentarle decididamente al
enemigo en cualquier contingencia y demostrar su lealtad a la patria en la sagrada guerra para defenderla.
Nos compete orientar a todos los funcionarios, militantes del partido y trabajadores a
conservar en lo profundo de su corazón el patriotismo de
Para nuestra nación que, dividida por largo tiempo en el Norte y el Sur por culpa de las
fuerzas extranjeras, sufre incontables desdichas y penalidades, la reintegración del territorio nacional es
la suprema tarea que no se puede aplazar ni un momento. Luchar por reunificarlo significa el patriotismo, en tanto
que mantenerlo dividido, traicionar a la nación. Quien ama verdaderamente al país, sea residente en
el Norte, el Sur o el extranjero, debe acatar el noble ideal de amor a la nación, del eminente patriota,
camarada
El patriotismo es como una joya. La segunda, aun cuando está enterrada, no pierde su
brillo. El primero, si bien no se manifiesta de modo ostensible, es precioso y siempre hermoso. Cualquiera debe
mantener un sentimiento patriótico tan puro como la joya y realizar voluntariamente labores útiles
para el fortalecimiento y la prosperidad del país y la felicidad del pueblo. Siempre se preguntará a
sí mismo qué ha hecho para el país y el pueblo y redoblará su amor al país.
Así puede reflejar sus más sinceros y valiosos sentimientos patrióticos en cada árbol
que planta y en cada palada que da en las obras de construcción.
Para aprender el patriotismo de
Con harta frecuencia dicen que la labor partidista es una labor para con la gente, pero en
realidad no suscita el patriotismo que el pueblo atesora en el alma, ni recurre a su entusiasmo patriótico.
Dado que tanto la labor partidista como la de las organizaciones de trabajadores son para con la gente y para el
país y el pueblo, es natural que cultiven y promuevan el patriotismo en las personas. Ahora muchos de
nuestros militantes partidistas y trabajadores laboran con honestidad en sus puestos para el país y el
pueblo, calladamente y sin desear ningún reconocimiento. Todos ellos son, en cierto sentido, verdaderos
patriotas. Las organizaciones partidistas y de trabajadores apreciarán y evaluarán altamente los
gestos patrióticos de sus miembros, y fomentarán ampliamente el amor a la patria en toda la
sociedad, de manera que todos, sin excepción alguna, tomen parte activa en las obras patrióticas.
A todos los organismos estatales y las entidades sociales les compete prestar atención a
la educación en el patriotismo de
Los funcionarios darán su ejemplo en la materialización del patriotismo de
Los funcionarios, en vez de preocuparse por el país como meros espectadores, deben ser
auténticos patriotas que se exponen al peligro para enaltecerlo. "¡Servir a la patria y el pueblo!"
es un lema patriótico lanzado por el Partido que nuestros funcionarios deben sostener. Más que
nadie, ellos deben arder de patriotismo, encabezar siempre las empresas patrióticas y derramar sudor para
el país lo mismo que el pueblo. Si todos nuestros funcionarios comparten penas y alegrías junto con
el pueblo, trabajando con honestidad y dedicación en las faenas difíciles, podrán despertar
su patriotismo y movilizarlo activamente en la construcción de un país poderoso y próspero.
Hace poco dije que debemos procurar que la gente exclame en cualquier momento y lugar
¡Viva el Partido del Trabajo!, en el sentido de que lo hagan de su propia voluntad, no solo en las
concentraciones de masas sino también cuando estén a solas en un islote o en lo más profundo
del monte. Si nuestros funcionarios, servidores del pueblo, sudando gota gorda y corriendo y corriendo hasta
desgastar las suelas de los zapatos, hacen más poderoso y próspero a nuestro país y le
proporcionan a la gente óptimas condiciones de vida, esta gritará de corazón, en cualquier
lugar y momento, ¡Viva el Partido del Trabajo!
Nuestro Partido exige desatar en todo el país la fiebre del patriotismo de
Si en todo el país se levanta el fervor del patriotismo de